por Murciélagasonica
Tiene el estilo de unos pocos, inigualablemente argentino, inigualablemente director. La calidad con que impone cada cuadro, la versatilidad con la que maneja la cámara, la estupenda y enriquecedora hazaña de retratar vidas. Su capacidad en la elección de técnicos y actores. Sus acertadas elecciones al momento de filmar.
La substancial nutrición de películas de las que se alimentó dio sus frutos. Se fue enriqueciendo con el poder de los grandes autores del cine europeo. Así en su excelencia por elegir las tomas, el manejo de los silencios, de los ambientes, de los motivos musicales. La eficacia de poner en práctica un montaje desligado de doctrinas y empalmado con inspiración. El trato especial en el manejo de los tiempos y la relevancia al momento de definir los espacios. La intimidad de los personajes implantada con gestos, expresiones y miradas. Europeizado y argentinizado con la más armoniosa coherencia, sin caer en clichés ni en banalidades.
Las inmensas cualidades del director se van desarrollando en las distintas etapas de su filmografía. Su primera trilogía es la que desprende las sensaciones más intensas. Logra captar desde un lado más personal y específico, el inevitable destino de los protagonistas.
Así es la carrera de Leonardo Favio. Así expresa su capacidad artística. Así es el cine de verdad. Próximamente, un análisis, al menos de su primer triología, película por película.