jueves, 18 de septiembre de 2008

Inversión de roles en Sed de mal


La idea que el norteamericano medio tiene de su país es sin duda la de un lugar civilizado. La idea que tiene de América latina, y de México en particular es la de un lugar más cercano a la barbarie, a la corrupción y el desorden. Esta idea aparece una y mil veces en el cine de Hollywood de todos los tiempos.

Sed de mal comienza con el famoso plano secuencia dentro de México. El auto avanza por calles iluminadas, la música es alegre, un policía ordena el tránsito y todos respetan sus indicaciones, hay gente en la calle, es una ciudad con vida. Nos cruzamos con Mike Vargas (Charlton Heston) y su esposa Susie (Janeth Leigh). La cámara se mueve prolijamente acompañándolos hasta la frontera mientras se cruzan con el auto que lleva la bomba. Este plano secuencia requiere una planificación estricta. Cada movimiento tiene que estar sincronizado, es un plano civilizado, ordenado.

Es así hasta que llegamos a la frontera. En el mismo momento que los dos personajes la atraviesan llega el primer corte. El auto estalla sobre un fondo negro dentro de EEUU. Hay corridas. La cámara ya no es prolija. Ahora acompaña a Vargas y Susie en una carrera desordenada. Todos se mueven sin sentido para cualquier lado. El encuadre también se mueve. Se ha perdido el orden y ahora el caos rige las acciones de los personajes y de la cámara. En un momento se detienen, la gente sigue corriendo. Detrás de ellos hay una fuente incendiada, las llamas toman el lugar del agua. Lo habitual, lo que esperamos y damos por obvio se invierte.

Durante esta primera parte de la película las acciones se desarrollan alternativamente de un lado y del otro de la frontera. Del lado de EEUU lo que queda de la explosión y las autoridades que van apareciendo. Del lado mexicano Susie tiene un encuentro con el hermano del mafioso que Vargas encarceló. Mientras del lado mexicano la puesta de cámara varía en planos y contraplanos, del lado estadounidense los personajes comienzan a aparecer de frente, delante del fondo negro, una noche espesa y peligrosa. Se notan algunos contrapicados, como cuando aparece Quinlan (Orson Welles), pero no hay angulaciones laterales ni contraplanos. Los personajes están de frente al accidente, la cámara está en el lugar del accidente. Esos planos frontales sobre un fondo negro, que habla del peligro pero también es un fondo teatral, remiten al primer cine, al cine primitivo. La civilización y la barbarie quedan en lados inesperados. Quizás el único fondo no negro de esta secuencia sea el cartel de “Welcome Stranger” detrás del detective mexicano. Sin duda una bienvenida no muy amistosa. Esta planificación se mantiene durante toda la presentación de los personajes hasta que vuelven a cruzar la frontera para comenzar la investigación.

A esta altura es obvio como encaja este razonamiento con los dos detectives del film. Volvemos al juego de inversiones del que hablamos antes. El mexicano trabaja con la ley y la razón como sus herramientas. Quinlan con trampas y con corazonadas que le dicta su pierna herida, prácticamente un gualicho indígena. Por otro lado, Vargas es el héroe clásico, atlético, que sube las escaleras sin despeinarse. Mientras el otro detective apenas puede caminar.

Mirado desde la actualidad, cuando Charlton Heston es un símbolo casi hasta el absurdo, del peor conservadurismo racista y armamentista, no se puede pasar por alto la elección del actor. No sé como era visto en el momento que se hizo la película, pero hoy es un chiste sarcástico escucharlo defender los derechos de los delincuentes. Uno se lo imagina mordiéndose la lengua antes de decir cada una de esas líneas de su diálogo. Agreguemos la transformación de su figura WASP en la de un morocho, casi mestizo. Por último nos queda el otro personaje latino del lado de los “buenos”. Tanya, la administradora del cabaret. La actriz que la interpreta es Marlene Dietrich. Al contrario que Heston, una defensora de los derechos civiles. ¿Pero por qué tomarse el trabajo de convertir a una rubia venida de Alemania en una morocha latina si no es para decir algo? Solo 15 años antes ese país había intentado conquistar el mundo en nombre de la superioridad aria.

7 comentarios:

undisparoalcine dijo...

"La civilización y la barbarie quedan en lados inesperados" Estados unidos, mexico una linea imaginaria que separa dos mundos no tan distintos...
muy buena la critica
No vi sed de mal, me parece q la voy a pedir prestada.

BUDOKAN dijo...

Me parece un muy buen espacio para teorizar sobre cine. Por cierto ya los enlacé a mi blog. Saludos!

Melibea dijo...

¡Qué buena pinta tiene este blog! Promete, ciertamente.

Me paso a saludaros y animaros para que sigáis con más posts.

En cuanto al análisis de esta película, se me ocurren otros filmes que muestran la ignorancia estadounidense y su visión estrecha del otro, es decir, de lo foráneo y de lo que no se corresponde con lo "norteamericano" en cuanto a tópicos. Frente a esta línea conservadora y obtusa, existen grandes directores/as de cine americano, tanto del norte como del centro y del sur, que analizan la realidad desde un prisma acorde con la complejidad del mundo actual. Y es que los tópicos típicos ya no valen- si es que alguna vez valieron-, ni siquiera para aplicarlos a USA.

Un saludo

Anónimo dijo...

Esta nota es genial. Felicito (y envidio) a su autor. Tenés una gran capacidad de análisis, de síntesis y de ritmo. Está muy bueno cómo de la abstracción de detalles mínimos hacés un razonamiento general y englobador no sólo de la película sino que lo abrís a relaciones que quedan por fuera de la obra pero siempre partiendo desde lo cinematográfico.
Que puedas combinar puesta en escena, movimientos de cámara, actores y su contexto, etc y hacer el análisis sobre las inversiones, habla de una tremenda lucidez. Felicitaciones por el texto.

Sole Lila dijo...

Gran enfoque en su crítica.
Sed de mal es un film sin desperdicios. La habilidosa estrategia del Sr. Welles a la hora de mover la cámara, de ubicar a los personajes y de encontrar la angulación perfecta hace que cada plano tenga una satisfacción plena. Por otro lado, la fotografía y la música, no solo complementa, sino también motiva el ritmo de los encuadres.
Y su crítica Ignaiza encuentra el punto social crítico de éste film noir y lo completa con las virtudes técnicas del gran director.
Muchas gracias, disfruté mucho la lectura de la misma.
Saludos!

François Dillinger dijo...

gracias x tu comentario, vos tmpoco t quedas atras, ese analisis acerca de la inversión d los roles y la visión d los Estados Unidos. Ojala yo tmb pudiera tener esa capacidad genial q tnes vos para hallar esas cosas en los films.
Muy bueno, t felicito.

PD: "Bob Harris" es German.
PD2: perdona que no t deje ningun comentario antes, soy medio colgado, m falta firmar el de marcos tmb.
Saludos.

François Dillinger dijo...

ah y no no creo q les vaya a pasar el trapo, salvo que les brinda servicios de limpieza :P
Por suerte somos muchos los que escribimos muy bien en el curso.